Suite Francesa

Imagen: Irène Némirovsky

Antecedentes.-


Gracias al escritor Mario Vargas Llosa conozco del pasar literario de Irène Nemiróvsky en este mundo, la referencia leída quedó en latencia en mi memoria y agradezco a quién todo lo puede, el privilegio de recordar y atesorar recuerdos que luego de forma maravillosa se develan en el presente a través del estímulo a algunos de mis sentidos. En este caso fue una imagen y el título de su contenido, el gatillo que disparó reminicencias y consecuentes acciones.

El asunto fue más o menos así, en una conocida red social que recopila imágenes de todo tipo, uno de mis contactos, dedicado a la promoción y venta de libros de segunda mano (en muy buen estado) coloca dentro de la oferta del día la imagen de una publicación que inmediatamente llamó mi atención desde el título y el nombre de la autora. No sabía precisar bien al momento de recorrer la imagen, qué atraía mi interés, tomando en cuenta que no era un nombre familiar y mucho menos el título de la novela. Seguí ese impulso interno que en ocasiones me asalta y sin dudarlo dos veces, contacté al administrador de la página para apartar el ejemplar en cuestión a través de la transferencia en línea correspondiente, ya que tomando en cuenta que siendo víspera de semana santa, debería esperar al menos unos cuantos días para recibirlo, dado el paro laboral impuesto en Venezuela por esos días.

Como ya indiqué, no dudé ni un momento en realizar la compra, sin embargo me seguí preguntando el por qué de esa súbita acción, ¿qué tenía ese libro de especial para llevarme a adquirirlo sin mayores titubeos? y es cuando así, de repente y sin más justificación que un leve pensamiento, vino a la mente Don Mario. Sentí un ¡eureka! contenido, me levanté de la cama y corrí a la computadora, le dí mil gracias a ese maravilloso mundo de la web y con las palabras claves pude develar todo el misterio de mi impulso.

En agosto del año 2010, exactamente un domingo 22, una de mis columnas de obligada lectura dentro de la edición dominical del diario venezolano El Nacional, era precisamente la de Vargas Llosa, ésta en particular, titulada “Bajo el oprobio” (1) recuerdo haberla leído y releído con especial fruición, no sé, la historia de vida de una escritora rusa que exponía allí el autor, llamó poderosamente la atención de mi ser lector porque en ese momento solo pensaba, que dada la disminución en la oferta de libros que ya demostraba el país para esa fecha, impediría que pudiera tener en mis manos un ejemplar de lo que allí se referenciaba. La biografía sintética de Némirovsky expuesta en los párrafos del artículo, movieron fibras internas, tanto así, que se alojaron de alguna manera en mi cerebro, quedando en un estado de latencia como ya referí con anterioridad, que permitieron que a la luz de la imagen vista en el presente, toda la memoria de ese hecho pudiera demostrarse de alguna manera. 

Pasaron seis años entonces para satisfacer una inquietud sobre el libro en cuestión. 


La novela.-


No cuento con herramientas adecuadas para la crítica literaria desde mi formación académica, y lo digo de esta forma, dada la importancia que le doy a la lectura hecha luego de conocer algo de la vida de la autora y el sentir existencial que caracteriza a la obra, sin embargo, para cualquier escritor me parece que siempre será importante conocer el impacto que tiene en las mentes de sus lectores las figuraciones de vida que trabaja desde símbolos propios dentro del lenguaje utilizado. Leo desde la distancia de los hechos planteados por esta novela y me encuentro con tantas analogías en el presente, que parezco estar inmersa de una manera muy contemporánea,  en los hechos narrados en esa primera mitad trágica del siglo XX para el continente europeo. Es una suerte de pareceres y posturas en las reflexiones propias de los personajes a medida que avanza la trama, que encuentro anuncios permanentes de una repetición de formas y significados en el presente que rodea a mi país.

Para Guillermo Sucre (2), conocido y experimentado crítico literario,  una obra como acto creador es signo y símbolo ¿qué quiere decir esto? Dentro del lenguaje que expresa a lo que se lee, existe una intención muy personal del autor de develar una realidad que le inspira y que en algunos casos le sobrecoge igualmente.  La palabra como vehículo demostrador, exhibe un mensaje que el lector descubre a medida que avanza en la lectura, el punto es de qué manera los hechos narrados presentan coherencia, pertinencia y revelación.

Leer es una forma de apropiarse del mundo y en este caso debo reconocer que a medida que transcurría el pasar de páginas de esta suite, tuve la sensación inequívoca de compartir con Irène la cruda realidad de sus personajes, el cataclismo del entorno, la exposición de las más íntimas miserias ante el drama humano de la segregación, la intolerancia y la soberbia. Suite Francesa es una obra inconclusa y revela la angustia de la escritora de no disponer el tiempo suficiente para acabarla tal como efectivamente sucedió. Irène es meticulosa al planificar la historia, define sus personajes, los desnuda en capítulos numerados de lectura para luego progresivamente vincularlos en una suerte de hechos que le van dando forma y presencia a las situaciones allí planteadas. ¿Qué significó la invasión alemana a Francia durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial?

La pregunta anterior pudiera tener respuesta en los libros de historia que exhaustivamente narran cronología de hechos, ahora, y traigo a mi mente en este momento lo expresado por el prologuista Luis Mateo Diez de esa obra universal como lo es Madame Bovary, quién en una de las tantas ediciones que pueden existir de esta novela de Flaubert, expresaba que conocer la realidad de un hecho histórico puede revelarse a través del discurso del historiador, que en su esencia solo pretende exponer la realidad del hecho en su totalidad ahora, ¿es suficiente? ¿cómo sienten los personajes? ¿qué les anima más allá de las convenciones sociales de la época,  el rigor que impone la ideología política del momento o la barrera de los prejuicios morales? Emma Bovary es claro ejemplo de cómo una mujer enfrentó la época que le tocó vivir y el destino personal construido a partir de una serie de decisiones que solo pretendían darle vida a su existencia, una vida que se volvió pesada, conflictiva, en la trampa de la ilusión forzada, todo esto por supuesto pasa factura y debe sucumbir a  una determinación fatalista. Fue su realidad histórica.

Valga la digresión literaria para explicar que en el caso de Irène, los personajes construidos en su historia son un pedacito de ella, supongo que para cualquier escritor debe ser así, es posible que mi indicación sea pueril desde esa perspectiva, solo que en el caso de la escritora rusa (nunca pudo obtener la nacionalidad francesa para su desgracia) tiene una connotación dramática porque es el reflejo de la realidad que le circunda en el tiempo histórico que le tocó vivir. La familia adinerada, el matrimonio de clase media con un hijo único en la guerra, el soltero de solvencia económica apegado a sus pertenencias, el escritor que protege el manuscrito literario de recién factura y el estilo de vida que le otorga la intelectualidad, la chica de campo que alberga al soldado herido, la madre amargada y furiosa ante el invasor alemán que irrumpe en su espacio doméstico, la mujer, simplemente la mujer que abraza la posibilidad amorosa desde la inconveniencia de estar en bandos contrarios, en fin, un caleidoscopio de emociones, pensamientos, acciones, situaciones y circunstancias que son hilvanadas y entrelazadas de manera magistral.

Como la novela en este caso es un artefacto inconcluso, queda a imaginación del lector rellenar espacios de vida en suspenso para algunos de los personajes, concluir futuras realidades a la luz de los acontecimientos conocidos, unir retazos de existencias partiendo de algunas anotaciones escritas por la propia escritora como una manera de trazar una hoja de ruta para la historia. Es en estas anotaciones colocadas al final de los dos grandes bloques que componen la novela (Tempestad en junio y Dolce) donde el lector puede experimentar el desasosiego de la autora:

Cuidado con el peligro:  olvidar las modificaciones de los caracteres. Evidentemente, el tiempo transcurrido es corto.  Las tres primeras partes , en cualquier caso, solo cubrirán un espacio de tres años. En cuanto a las dos últimas , es un secreto que solo Dios conoce y por el que yo pagaría lo que fuera. Pero, debido a la intensidad, a la gravedad de las experiencias, es necesario que las personas a las que les ocurran esas cosas sufran cambios (…)

En Suite Francesa, Irène se lamenta de sus pocos conocimientos en el tema académico de la música, asemeja este trabajo tan ambicioso a una especie de sinfonía con los movimientos propios que le otorgan la fuerza necesaria a los acontecimientos que desarrolla en la historia, duda, arremete a instantes con la determinación de ciertos episodios, sin embargo está conciente de su limitación:

Si supiera más de música, supongo que eso podría ayudarme. A falta de la música, lo que en cine llaman ritmo. En definitiva, preocupación por la variedad, de un lado, y por la armonía, del otro…

Como lectora ha sido toda una experiencia esta novela, que pudiera calificar de sentida, emotiva, plena de ritmos en imágenes que lograban yuxtaponerse a este presente que vivo. Algunos pasajes de la historia  iban al son de lo que ha significado la intolerancia contemporánea dentro del territorio que habito, es precisamente ese “drama de la intolerancia” como cita explícita que ofrece una elocuente apertura a las páginas que están por venir. Considero oportuno indicar también que ese drama a través del tiempo se amolda, muta, evoluciona, se multiplica, avanza rastrero entre las piernas de las masas subyugadas, tal como un inocente gatito que les recorre con su pelaje, llevándolas a un paroxismo que significará su anulación progresiva, por supuesto, el que disiente estará inevitablemente segregado y el que no cabe en el molde diseñado en la rigidez del pensamiento totalitario y excluyente  está condenado a la fatalidad, a la desaparición, a la reducción total en cenizas. 

En cualquier tiempo el drama de la intolerancia cuando se fija en las mentes de los vulnerables, develará su siniestra cara, asomando afilados dientes, apropiándose de lo más preciado del individuo…su dignidad.  Concluyo con la autora:

2 de junio de 1942 - ¡Empezar a preocuparme de la forma que tendrá esta novela una vez terminada! Considerar que todavía no he acabado la 2da parte, ¿que veo la 3ra? pero que la 4ta y la 5ta están en el limbo, ¡y qué limbo! Están realmente en las rodillas de los dioses, porque dependen de lo que pase. Y los dioses pueden divertirse poniendo cien años de intervalo o mil años, como está de moda decir: y yo estaré lejos. Pero los dioses no me harán eso. También cuento bastante con la profecía de Nostradamus.
 1944 ¡Oh! ¡God!


Imagen: Manuscrito de la obra Suite francesa

(2)Diario El Nacional. Papel Literario. La crítica como pasión y aventura. Domingo 2 de junio de 2013. P.5

Comentarios

  1. Qué disfrute leer esta entrada, querida Solange. Esta autora es maravillosa, me gusta a rabiar, me interesa siempre. Cuando empiezas a leerla, quieres más. ¡Lástima que muriera tan joven… y de la forma en que lo hizo!

    Tiene una novelita corta, o un relato largo, «El baile», que es perfecta. Impresionante, para caer rendido ante tal talento narrativo. Con esta obra me enganchó para siempre.

    La «Suite francesa», aunque inacabada, es otra de esas obras que permanecen, que demuestran el gran talento de su autora y, por desgracia, todo lo que tuvo que sufrir. Me gusta la reseña que has hecho de ella. Me temo que no será la última obra que leerás de Irène Némirovsky.

    Hace un tiempo, le dediqué una entrada recién leída una de sus novelas, «El maestro de almas. Te dejo el enlace, por si te interesa:
    http://elcobijodeunadesalmada.blogspot.com.es/2013/09/la-confianza.html
    Y es que Irène Némirovsky engancha para siempre.

    Un beso enorme

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    1. Isabel, gracias inmensas por esto. Sí, tienes toda la razón ¡cómo quisiera encontrar más publicaciones de ella! Con gusto leeré la recomendación que haces a tu blog.
      Un beso y abrazo enorme también.

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