‘Nos pasamos la vida buscando aquello que ya hemos encontrado’. TEM

Imagen: Fundación Tomás Eloy Martínez


Tomás Eloy Martínez TEM, periodista argentino, excelso escritor, de esas personalidades que no deberían dejar el mundo tan pronto aun cuando la edad biológica finalmente se imponga, aunque es necesario destacar que en su caso fue una “insolente enfermedad” la que impulsó de manera cruel su definitivo adiós. Sonará a comentario que denota una injusta exclusividad ¡y qué le voy hacer! Así lo siento…siempre será muy pronto el alzar vuelo con destino impreciso e indeterminado en estos casos, de gente tan gente con una esencia humana indiscutible. Tengo que expresarlo así porque existe en este mundo loco de por estos días, demasiado ser malvado que vocifera, que grita estridente, que atormenta con su accionar y personas como TEM atenúan esa distorsión acústica cuando uno se refugia en el mundo de sus ideas.

Recuerdo en este momento que tengo por allí guardada en un archivo Word, la emotiva carta póstuma que dedica a Susana Rotker, su esposa, cuando ésta fallece debido a un lamentable accidente de tránsito (fue atropellada estando él a su lado). También guardo por allí un escrito muy sentido de la periodista e igualmente escritora venezolana, Mirtha Rivero, quién en uno de sus artículos publicados en Prodavinci, le rinde un hermoso homenaje a TEM cuando compara uno de sus libros "Lugar común la muerte" con la experiencia de Aureliano Buendía al descubrir el hielo (desde ese momento ando en su búsqueda, en la del libro, infructuosa por cierto, hasta los momentos).

Ese libro para Mirtha es algo así como la anunciación ante un hecho que es sublime, extraordinario, fuera de serie. Para mí, TEM no había pasado más que como simple referencia, al ser uno de los directores del Diario de Caracas cuando vivió en Venezuela huyendo de la ignominiosa dictadura argentina a mediados de la década de los setenta del siglo XX.

Leer estos testimonios y una que otra alusión de terceros cambió totalmente mi interés hacia el ser humano que fue y su obra.

Hoy tengo tres libros que le nombran, dos novelas "La mano del amo" y "El vuelo de la Reina", el otro es "Ciertas maneras de no hacer nada", este último recopila textos que delatan la mirada del escritor hacia nuestro país, como un reconocimiento genuino de la Editorial La Hoja del Norte al aporte que este ser humano le brindó al periodismo venezolano.
Tantos libros, tan poco tiempo, acabo de darme cuenta que ya había comenzado la lectura de esos textos, solo que cada libro reclama su tiempo particular y es posible que no sean solamente estos tres.

Un buen día el de hoy entonces para recordar a Tomás Eloy Martínez, acompaño este escrito con el enlace entrañable a un artículo publicado por la fundación que lleva su nombre, una buena oportunidad para conocer del personaje para quienes sea totalmente ajeno e igualmente está a disposición a continuación en letra resaltada dentro de este artículo, el sentido escrito de Mirtha Rivero.


Tomás Eloy y el hielo (Mirtha Rivero)


Comentarios

  1. MUy buen texto sobre el bien recordado Tomás Eloy, yo lo leí en Santa Evita y en algunos textos periodísticos publicado acá por La Jornada. Espero leer pronto sus otros libros. Saludos.

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    1. Muchas gracias Esteban por pasar por este espacio y comentar. Tomás Eloy Martínez dejó una huella profunda en el sector periodístico y literario de Venezuela y eso como venezolana se lo agradezco. Yo también estoy en esa espera y uno no puede más que lamentar que esa cotidianidad que de alguna manera sustenta, conspire en contra de esos espacios de reflexión y recogimiento que ofrece la lectura. Saludos igualmente.

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