¡Ser o no Ser ....
"...es la cuestión!- ¿Qué debe
más dignamente optar el alma noble
entre sufrir de la fortuna impía
el porfiador rigor, o rebelarse
contra un mar de desdichas, y afrontándolo
desaparecer con ellas? ...
Esto se pregunta Hamlet en la escena 1 del acto III en un emotivo soliloquio de la obra de Shakespeare, donde las inquietudes que se expresan a continuación encierran esa profunda incertidumbre hacia el significado real de la existencia, la vida misma. No es mi intención ahondar en un campo de tales profundidades, aun a pesar de ello sí deseo exhibir a través del lenguaje, la mostración lógica de un sentir.
A partir de una inquietud leída en la red, me asaltó la duda ...¿el ser humano, es realmente bueno o esencialmente malo? Inmediatamente me vino a la mente los principios político-filosóficos de Thomas Hobbes, el pensador británico que vivió en las postrimerías del Renacimiento.
Hobbes fue un poco fatalista por ejemplo, al describir los males de la democracia, para él era necesario e importante y como condición para vivir adecuadamente en sociedad, que el individuo esté sometido a un poder superior que le controle, es decir, una autoridad central. Para este filósofo "la finalidad de la coerción es librarse de la guerra universal que resultaría de nuestro amor a la propia libertad y del deseo de dominio sobre los demás".
Al leer la cita anterior me asalta una inquietud, esa autoridad que direcciona y exige acatamiento ¿quién la controla? ¿al final no es un objeto de dominio si se justifican ampliamente sus funciones y no se limita el poder de acción? El Leviatán (las fuerzas del caos) es su obra más referida y el significado es alegórico, una demoníaca criatura marina que pretende poseer a las personas y de la cual es difícil exorcizarse. Desde esta perspectiva podría concluirse que el hombre es esencialmente malo y es así que necesita estar sometido a estrictas pautas de control, establecidas en un contrato social que manejará un soberano o poder central, que ejercerá autoridad sobre éste.
Ahora ...¿Realmente bueno? Tomo como referencia a John Locke, el simple título de sus obras hablan mucho de sus principios en el tema, he aquí dos de ellas: Carta sobre la tolerancia, Ensayo sobre el entendimiento humano.
John Locke no estaba de acuerdo con Hobbes, para él los seres humanos se saben naturalmente libres e iguales, que ese poder rígido y de orden autoritario justificado en un pasado prehistórico natural y brutal, no se compadece con la realidad. Para Locke la transigencia era una bandera que debía ser enarbolada en cualquier discusión a la hora de dirimir derechos ya sea de orden político o económico, adicionalmente a esto la tolerancia era un aspecto fundamental, mencionado con anterioridad como título de una sus obras, ya que promueve la convivencia de distintas ideologías dentro de un mismo pais. Esto último influyó de manera decisiva en el pensamiento de Voltaire, filósofo y autor teatral francés, para quién la libertad de expresión se define en la siguiente cita: "Detesto lo que dices, pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo"
Entonces, hablando de libertad de pensamiento y expresión ...
¿Oswaldo Guillén ...bueno o malo?
Luego de mencionar a Hobbes, a Locke, a Voltaire ...¿fue realmente bueno o esencialmente malo lo que expresó Guillén y que ha sido motivo de controversia a tal punto de ser suspendido por cinco días de su puesto como mánager de un equipo de béisbol de las grandes ligas?
Desde Hobbes, Guillén por naturaleza, necesita ser controlado y la autoridad representada en el equipo que se hace de sus servicios, presionada por la opinión pública (el exilio cubano), instrumentaliza un castigo que consideran ejemplar. Para este poder es importante que el pelotero tenga claro que no debe repetir una situación similar ¿será así?
Por otro lado, si lo analizamos desde la visión Lockeana, la tolerancia se impone y las distintas formas de pensamiento deberían convivir en un mismo pais ¿es así tan simple? Parece que no. ¿por qué? Aplicará aquello que menciona George Orwell cuando se pregunta: "¿Ha de escucharse todo tipo de opinión, por impopular que sea?" e inmediatamente trae a reflexión la vivencia particular de que su libro "Rebelión en la Granja" tuviera serios retrasos de publicación debido a que la historia planteada seguía fielmente el transcurso de los hechos de la Rusia de los Soviets y sus dos emblemáticos dictadores (Stalin y Lenin) desde una perspectiva muy crítica y que resultaba ofensiva al comparar a los personajes mencionados con cerdos.
Si nos detenemos en la afirmación de Voltaire, ¿que más definitivo puede ser defender hasta la muerte el derecho que tiene Guillén de decir lo que dijo? ...¿? todavía no lo tengo claro. ¿Existirá en la actualidad y bajo la égida de ese péndulo que va de derecha a izquierda desde la administración del poder, alguien que pueda equipararse a esa sentencia sin ser víctima de estigma alguno?
¿Razones? Imaginemos la situación inversa, ¿en Cuba me permiten expresar todo lo que desee en contra del poder central, sin retaliación alguna?. Más cerquita, la Lista Tascón ...¿qué significó para todos los venezolanos?. Es más todo aquél que se atreva a criticar al mandatario de turno desde las filas del partido que los agrupa es sometido al escarnio público y a la marginación total. ¿Entonces? ¿Cuál es la diferencia?
Criticamos, juzgamos y no contextualizamos. A lo mejor todo es cuestión de tener la pildorita adecuada de "ubicatex" ¿dónde vive Guillén? ¿quién le paga su sueldo? o es que acaso en la actualidad, en Venezuela, ¿se puede trabajar en una empresa del Estado y hablar mal del gobierno de turno, al mismo tiempo?.
Además, el problema más allá de lo que dijo o no Guillén, está en la congruencia ...si estamos claros en nuestras convicciones y principios ¿entonces, por qué desdecirnos? ¿por qué existen voces que defienden estas posturas algo guabinosas?
Finalizo con otra cita de George Orwell, también de su obra Rebelión en la Granja, forma parte del prólogo que casualmente se llama Libertad de Prensa:
"Si la libertad intelectual ha sido, sin duda alguna, uno de los principios básicos de la civilización occidental, o no significa nada o significa que cada uno debe tener pleno derecho a decir y a imprimir lo que él cree que es la verdad, siempre que ello no impida que el resto de la comunidad tenga la posibilidad de expresarse en los mismos términos"
Más adelante sentencia: "El resultado de predicar doctrinas totalitarias es que lleva a los pueblos libres a confundir lo que es peligroso y lo que no lo es".
Amigo Guillén, su proceder más que develar la intolerancia de dos formas de ver el mundo, expone claramente esa confusión que señala Orwell en la cita anterior.
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