Hablando de temas incómodos ...




En una de las clases que constituían una de las asignaturas del diplomado de formación docente que cursé el año pasado, la facilitadora a cargo, muy competente a mi parecer, nos aconsejó, palabras más, palabras menos, la inconveniencia de servir en la mesa de los saberes de un aula de clase, tres temas a su criterio muy álgidos y conflictivos: religiosos, sexuales y políticos. El consejo  lo tomé muy en serio cuando tuve  la oportunidad de compartir experiencias de enseñanza-aprendizaje en temas eminentemente técnicos, ahora, ¿cómo eludirlos cuando es necesario contextualizar ciertos contenidos donde están realmente comprometidos? Un facilitador que tenga bajo su responsabilidad una cátedra relacionada con la filosofía o la ética por mencionar dos disciplinas que ameritan enormes ejercicios reflexivos, no puede ni debe darle la espalda a diálogos constructivos que se originen desde la perspectiva de la triada de asuntos ya mencionada. ¿Razones? podría verse como el cuento aquél del padre o madre que elude tocar temas sexuales con sus hijos por considerarlos inapropiados, actitud que permitirá una búsqueda particular por parte del individuo en aquellas fuentes que probablemente no serán las más idóneas. 

¿Dónde está el alerta, la precaución? A mi modo de ver las cosas, en el abordaje. Por ejemplo en el caso de la política, creo haberlo mencionado en un artículo previo en este blog, una cosa es ser político y otra ser proselitista. Somos seres políticos desde que abrimos los ojos al mundo cada mañana, relacionarnos con los demás, administrar las normas de convivencia en una sociedad determinada, construir el pacto social, ejercer deberes y exigir derechos ciudadanos, no cabe duda que son materias inmanentes a la política. Entonces ¿por qué huirle de forma tan despavorida? Ni hablar de los contenidos sexuales o religiosos, si somos un poco amplios en llevar una conversación sobre lo primero, es posible que se alce más de una ceja en el auditorio y si de creencias se trata, la susceptibilidad está a flor de piel y los dogmas de fé levantan muros implacables que impiden el fluir armonioso de ideas.

Todo lo expresado con anterioridad me lleva a desarrollar unos cuantos planteamientos que me están persiguiendo desde hace un par de días atrás y que nada más y nada menos tienen que ver con uno de estos asuntos escabrosos como es la política y lo que está sucediendo en nuestro pais hermano Paraguay.






¿Legalidad o Legitimidad?

¿Qué es la legalidad? Apelemos al ineludible ...el diccionario: 
1) "Cualidad de lo que es conforme a la ley o está contenido en ella"
2) "Régimen político estatuido por las leyes fundamentales del estado"

Muy bien, entonces ¿qué es legitimidad? en el mismo ineludible de arriba, se lee lo siguiente: 
1) "Conforme a las leyes y a la justicia"
2) "Justo, lícito, conforme a la moral"
3) "Genuino, verdadero"

Por otro lado, lo legal puede distorsionarse y degenerar en un leguleyismo muy barato que ocasiona un daño enorme a la administración de justicia de una determinada realidad o circunstancia. Sin ser abogada o política certificada de manera académica, esto es lo que pareciera está gravitando en el caso del presidente paraguayo Fernando Lugo. El tema me interesó inmediatamente que empecé a leer titulares en algunas redes sociales de moda o en los espacios virtuales de algunos periódicos venezolanos y españoles, ¿alguna motivación en especial? realmente sí, la exacerbada polarización que vive mi pais me permitió concluir que lamentablemente comenzaron a originarse opiniones e interpretaciones demasiado reduccionistas, que sólo apreciaban la realidad expuesta desde la propia conveniencia de sus fines políticos, siendo ejemplos perfectos de aquello de ir a la forma, no al fondo y en este caso particular, mira que es necesario apreciar el horizonte de estos hechos más allá de lo aparente, si el objetivo es no ser víctimas de fanatismos radicales o de posturas aderezadas de un dogma que muy poco aporta a interpretar lo sucedido con sentido común.

En periódicos españoles como El País o El Mundo pueden leerse artículos bastante críticos de las actuaciones del ahora expresidente, que desembocaron en su destitución. Para el primero de estos medios informativos " la sotana pesaba mucho", ya que no pudo desvincularse de ella al administrar los favores políticos tanto de seguidores como de adversarios. Según este argumento, Lugo trataba a todos como feligreses, como rebaños que debían ser conducidos por el camino del bien y al verse imposibilitado de conciliar posturas extremas, una maniobra solapada en un dictámen basado en un "mal desempeño de funciones" que suena muy vago y general, enmarcado en la crisis que se sucedió en el pais quince días atrás por la muerte de 17 personas entre policías y campesinos, inició su debacle como jefe máximo de esta nación latinoamericana. 


Estos fallecimientos resultaron ser el lamentable corolario del enfrentamiento  por la tenencia de una porción de tierras en un pueblo del interior del pais, y    constituyó por ende el alegato principal utilizado por los adversarios de Lugo para desencadenar su salida como  presidente, a través de un giro político que pretende investirse de legalidad extrema pero a su vez podría describirse como ausente   de legitimidad.

Para El Mundo, las luchas políticas internas y la no consolidación de la tan anhelada reforma agraria que beneficiara a los marginados y excluidos del pais, el cáncer linfático que sufrió, aunado a las reclamaciones de paternidad a poco tiempo de haber asumido la presidencia del pais, por dos mujeres que aseguraron haber quedado encinta mientras áun Lugo era sacerdote, le restaron algo de legitimidad a su humanidad, desde lo genuino y lo moral.

No me gustaría terminar esta reflexión sobre este caso tomando algo que me parece fundamental y que de manera muy clara expone Fernando Mires, en su artículo "La destitución del Presidente de Paraguay" (invito a leerlo), ..." Una legalidad que no reposa sobre ninguna legitimidad no reposa sobre nada" ¿qué quiere decir esto? La legitimidad conduce a lo genuino que señalo en el párrafo anterior, lo verdadero, lo real  y tiene hasta una connotación moral, así lo explica la definición generosa del diccionario, entonces realmente me causa una frustración inmensa, tal como a Mires, que no sean los sectores democráticos quienes lleven la bandera del repudio sobre lo que está sucediendo en este pais hermano, sino que sea una cuadrilla de autócratas que ufanados en el sectarismo y en la bandera ideológica, estén llevando la voz cantante del desconocimiento al recién instituido gobierno del Paraguay. ¿Aquí en Venezuela? No hemos sido la excepción sobre este particular y es necesario reflexionar en ello, los principios democráticos los defienden los demócratas convencidos, no los déspotas oportunistas, que se pasan por el forro la constitución vigente ejerciendo de la manera más impune la ilegalidad de sus actos y  que arengan con discursos patrioteros llamando a la emocionalidad de un sentir nacional, que sólo les anima para seguir atornillados en el poder.



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Alzando una ceja

Voy por el camino tempestuoso ....

En la sala de espera no había mucho que hacer, sólo observar rostros que afanosamente miraban el piso como en un solitario extravío, es posible que las  mentes de esos rostros volaran en una evocación de tiempos pretéritos llenos de vigor y fuerza. ¿Cómo saberlo realmente?

A mi lado, parte de mi orígen, una de las mitades que promovió mi llegada al mundo, me asombró constatar la delgadez de sus brazos, la sequedad de una piel moteada por óvalos marrones que se repetían una y otra vez. Estar allí, un momento vivido que cobra mucho significado desde la experiencia infinita que alberga la compañía de su humanidad.

Le enseña el moderno artilugio tecnológico y éste se asombra, se sonríe desde la curiosidad de conocer un poco más sobre él. Para su mundo la potencialidad es enorme y le pide que lo lleve a una de las casas donde reposa el arte. La conexión lamentablemente no llega, a la final el dispositivo plano no era tan maravilloso como lo pintaban, tiene limitaciones. 

Llegaron a casa y el asunto cambia ...¿ahora sí podemos ir al Museo del Prado? pregunta ...

- ...lo intentaré, le contesto. A los pocos minutos aparecen imágenes maravillosas, Velázquez, Goya, extasía la mirada. Se queda pensativo y con una mirada pícara le propone la búsqueda del "Orígen del Mundo". En un segundo imagino planetas en convulsión, lavas calientes de colores incandescentes, choques de rocas cósmicas, abismos marinos, organismos unicelulares ...

Comienza la descarga en la barra superior de la pantalla, finalmente ésta se ilumina con el resultado y me desconcierto. Le contesto que la imágen descrita no aplica a la petición y triunfante me afirma ...todo lo contrario, ése es el "Orígen del Mundo" y me quedé pensando desde entonces ...

"No te averguences de mi impúdica figura..."

Gustave Coubert (1819 - 1877)

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