De nuevo la libertad ...


Hubo un tiempo que me perseguía la idea de una casa hermosa, de varios pisos, en tonalidad sepia, difusa, frente a la playa. En la escena me ubico en el último piso, avistando el horizonte infinito, sintiendo una fresca brisa en el rostro. El sol a lo lejos lentamente se despide, enviando un mensaje maravilloso en forma de una paleta de colores exquisita. La soledad que me circunda, es el marco perfecto para disfrutar de mi compañía. En este espacio podría permanecer por un buen tiempo hasta que la realidad me tome de la mano y me ajuste al mundo sensible. 

¿Cómo crear momentos de convivencia personal? ¿Cómo realizar paréntesis trascendentes sin crear perturbaciones importantes en nuestro entorno habitual? No tengo la fórmula, tenerla sería temerario, sólo sé que es necesario crearlos, de lo contrario el ejercicio de vivir puede tornarse en algo muy superficial, poco trascendente. Es por ello que abogo por la libertad de estar conmigo misma aún cuando paradójicamente no me encuentre sola ...

No siempre es tan sencillo, los espacios de instrospección pueden estar amenazados por nuestras actividades diarias, la rutina y sus similares. Semanas atrás me sorprendió cómo una persona en medio de una reunión se excusó para ir a "meditar", mencionó que lo necesitaba ...sólo cinco minutos, la ví alejarse muy resuelta para luego regresar con una enorme sonrisa de satisfacción y plenitud. ¡Qué momento de libertad individual!

Desde hace días bailaba en mi cabeza hablar de la belleza, pero se me atravesó la libertad nuevamente, era el deseo simple e irrefrenable de hacer aquello que surgió de forma espontánea, la canción motivo de mi cambio apareció sin buscarla, como recordándome mi insistencia en reflexionar sobre el tema. Ya  en una oportunidad me atreví a abordarla y en ese momento me asaltaban los pensamientos de Fania, el entrañable personaje de Amos Oz, su madre, en una novela que grita por todos lados la necesidad de vivir como el viento.

Este mundo no está hecho para ser libres, sólo es para seres etéreos que no tienen la imperiosa necesidad de satisfacer necesidades básicas ni crear relaciones de dependencia. No tener ataduras es simplemente renunciar a ser feliz, ¿razón? el disfrute, el placer, tienen sentido y gozan de significado cuando son compartidos. ¿De otra forma qué representan? 

Otro personaje que recuerdo en este momento, Chris MacCandless, hermoso ser humano que luchaba por una libertad en absoluta soledad, para finalmente sucumbir ante ella. ¿Equivocado? No lo creo, quiero pensar que estaba desorientado, se apasionó tanto por ejercer la vida desde una perspectiva que podría considerarse primitiva, que la obsesión de  ir por su cuenta, sin rendir explicaciones y  mucho menos justificar acciones ante nadie, al final le pasaron una factura fatal. Es por ello que no acepto y reprocho a aquellos seres humanos que vienen a este mundo con la misión de oprimir a otros, sólo con un afán enfermizo de exhibir un poderío que sólo esconde miedo y miseria, no quieren darse cuenta que ya tenemos bastante con nuestra carga originaria al administrar las propias cadenas que nos ligan al sentir del mundo.

Sigo siendo la niña que salta la cuerda ...

"Vivir es más que un derecho, es el deber de no claudicar"

Comentarios

Entradas populares de este blog

Empujando una carreta de....¿sueños?

Tener la sangre dulce

Dar la espalda ...