El arte de pensar (I)


¿Pensar y arte unidos? ...

¿Qué es el arte? Sería lícito definirlo como una expresión sensible del hombre, donde la creatividad y la imaginación juegan un papel primordial. Esta expresión sensible puede demostrarse a través del sonido, las letras y las imágenes. Por otro lado  el acto de pensar tiene como marco referencial al cerebro, aun cuando existan algunos estudios que señalan que también el corazón puede ser objeto de esta referencia debido al descubrimiento de un determinado número de neuronas en el mencionado órgano. Ahora, esto todavía no está suficientemente comprobado y los estudios científicos que avalan esta tesis están todavía en proceso de debate, como para ser tomado como un hecho totalmente cierto ...¿se imaginan el corazón pensando desde una visión orgánica?

El punto está que en nuestras cabezas reside el órgano que por excelencia simboliza el acto de pensar.  El trabajo colaborativo efectivo de las neuronas, redunda en la calidad de nuestro proceso cognitivo, es por ello que en un post anterior describí la importancia de la felicidad sináptica como elemento de honor en nuestra actividad pensante.

Einstein fue un eminente físico teórico del siglo XX, que insistía mucho en la importancia del pensamiento desde la perspectiva de la reflexión argumentativa, es decir, trabajar de manera lógica el abordaje de problemas que ameritan soluciones coherentes y efectivas. En contra partida Bohr otro importante físico de la época le reprochaba al precursor de la Teoría de la Relatividad, su excesivo logicismo al cuestionar los principios básicos de la mecánica cuántica que él se encontraba  desarrollando. Para Einstein eso de las probabilidades y la incertidumbre como explicación de ciertos fenómenos en la física, no le hacían sentirse muy a gusto y de allí su emblemática frase "Dios no juega a los dados" a lo que Bohr le replicó "Señor Einstein, ¡déjele de decir a Dios lo que debe hacer!", cuentan algunas anécdotas incluso que el mismo Bohr solía decirle "usted no está pensando sólo está siendo lógico".

Nos hace falta pensar y mucho, a pesar de que se nos critique por ello porque demostramos lentitud para la toma de decisiones. Bueno, es necesario aclarar que no todas las situaciones de la vida ameritan una revisión cognitiva minuciosa, no pretendo irme al extremo, sin embargo esto no descalifica la atención que es necesario prestar a ciertas circunstancias que sí lo reclaman. Todo tiene su tiempo y nuestras individualidades en cierta forma se imponen a pesar de que el sistema educativo en general, lamentablemente, esté a espaldas de esta premisa. Ahora, éste es tema de otro post, lo que pretendo reflejar con esta inquietud particular es que existe un lugar común donde  nos ceñimos a posturas muy deterministas para evaluar las coyunturas de nuestro enterno, menospreciando una visión más holística y me atrevo a ir más allá ... a una visión más hologramática (el todo en las partes y las partes en el todo). Observo que este determinismo tan marcado lleva a generalizaciones muy peligrosas, generalidades que en gran medida dividen y fracturan nuestras relaciones interpersonales.

Quiero pensar sintiendo, que el trabajo dentro de mi cerebro no sea similar a un piloto automático, adecuado a pautas preestablecidas o a fórmulas que de forma sistemática establecen pasos a seguir. Es relevante para mi que la excesiva logicidad, no invada de manera extrema mis procesos cognitivos. ¡Vaya! que la locura, y me permito el oxímoron, con la dosis adecuada de cordura, también es permitida. Es allí donde esa experiencia sensible toma lugar para construir y trazar puentes, conectarme con el aquí y el ahora, hemisferio derecho versus hemisferio izquierdo, trabajando en perfecta armonía y complementariedad,   sin evadir por supuesto la tan necesaria responsabilidad y el compromiso hacia lo que soy y lo que represento. Y esto último no es más que estar en paz con mis orígenes, con la madre y el padre que decidieron traerme al mundo, sólo eso, todo lo demás me complementa, me nutre, me alimenta.

Podría preguntarme entonces, después de todo lo hasta ahora expuesto, ¿razón o experiencia sensible? ...

A través del tiempo, a través de la impronta histórica de los más relevantes pensadores que han sido objeto de estudio y análisis y que contribuyeron en la conformación de lo que se denomina el pensamiento  occidental, ha existido esta diatriba que pretende justificar la mejor ruta para el conocimiento. Inmanuel Kant, por ejemplo, dentro de sus principios filosóficos propone una especie de comunión entre ambas posturas, al establecer que cada individuo posee una forma muy particular de asociar ideas en su cerebro y que esa particularidad le permitirá relacionar de forma sistemática, toda la información que le proviene del exterior para finalmente construir conocimiento. Un poco más atrás en el tiempo, Descartes y Locke rivalizaban entre la razón y el empirismo.

¿Un corazón que piensa? y lo planteo desde esos incipientes estudios, como mencioné al principio que afirman que en este órgano existen neuronas, ¿será posible? ¿justificaría de algún modo lo que pensaba el científico barroco francés, Blaise Pascal,  cuando señalaba que "el corazón tiene razones que la razón desconoce"? Seguiré en mis reflexiones, tomando todo lo aquí planteado como preámbulo a la interesante teoría que propone el profesor Emeterio Gómez (UCV) acerca de la muerte o quiebre de la filosofía ...¿puede verse realmente así?

Puedo adelantar que me cuesta aceptarlo de esta manera, a lo mejor es cuestión de paradigmas.


Pensando con el corazón, esta melodía apuntó allí ...




Comentarios

  1. En el ámbito de lo que podríamos llamar 'lo psicológico', el centro de las palabras y el pensar, es responsable de casi todos los inconvenientes en la historia de la humanidad. Desde este punto de vista, pensar no es importante, sino, encontrarle el lugar adecuado al pensamiento. Existe una inteligencia que, por el movimiento profundo de su comprensión, coloca por sí mismas a las cuestiones en el lugar adecuado. Y eso no viene tras el movimiento histórico del pensamiento y el pensar. Viene a través de la salud en el cuerpo y en la mente.
    Es un lugar común, pero no existe transformación verdadera en ningún nivel si una persona no logra conocerse y comprenderse a sí misma.

    ¡Un saludo, lindo blog! =)

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  2. Addax, me voy a poner un poco filosófica, me quedo con tu idea de encontrarle el lugar adecuado al pensamiento, pensamiento que tiene su orígen en la activación cognitiva del cerebro, si no existe esta activación pues no hay pensamiento para ubicar. Además puedo agregar sobre tu comentario que es importantísimo lo que señalas sobre conocernos de forma introspectiva, no hacerlo nos llevará a estar en una continua divagación con nuestro entorno.
    Mi reflexión sobre el movimiento histórico del pensamiento, sólo pretende establecer marcos de referencia adecuados que me permitan elucidar la importancia que han tenido las distintas posturas sobre este particular en la construcción del conocimiento.
    Súper agradecida por tu visita y por el tiempo que tomaste en leer mi escrito y comentar.
    Saludos ;)

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  3. Si me permites, agrego algo más: cierto conocimiento de uno mismo puede ser requerido, pero, ese conocimiento, en sí mismo, no da comprensión.

    Existe un conocimiento en el que se posa la medida, la medición, lo técnico, y es un movimiento que es todo hacia afuera. Ese movimiento, que es también una actitud, es inadecuado para el ámbito psicológico. Uno no se enfrenta a lo interno con la actitud con la cual se topa con lo externo; la actitud hacia "adentro" debe ser distinta. El conocimiento en la dimensión de la técnica precisa de la memoria: "con el pelapapas pelo las papas, de esta y de esta otra manera". El conocimiento psicológico, por un lado, sí que requiere de la memoria, pero no es su principal base. Según parece, la comprensión cabal de un asunto propio carece de historia. Ahí no hay memoria ni repetición, sino algo nuevo, distinto. Comprender algo es como una bocanada de aire fresco. Ni el conocimiento, ni el pensamiento, ni la memoria, ni nade que sea continuo y no tenga fin, puede brindar lo nuevo, pues, el conocimiento, el pensamiento y la memoria, versan sobre lo que ya pasó (sobre lo antiguo) y no sobre lo que está pasando.

    Por último, la comprensión es algo global, algo como esa visión holística que mencionas. Y si es global, es decir, afín a una totalidad, no es algo particular ni encerrado de ningún modo. La comprensión de uno mismo no viene tras la acumulación propia de datos, que es como poner cosas en un compartimento, sino, por el entendimiento total de todos los "procesos". Y todo ello no es algo que se pueda "hacer" sin un corazón. Jejeje, otro saludo!!!

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  4. Se puso interesante la conversa ...
    Addax, fíjate, creo que más que entender, estoy comprendiendo lo que deseas transmitir con tu planteamiento. Por favor, me encantaría saber si estoy utilizando adecuadamente el término comprensión, desde el marco de referencia que propones, ya que es novedoso para mí, la distinción que señalas acerca del proceso de comprenderme al de entender lo que proviene del exterior como base de la técnica o del conocimiento en general, sea doxa o episteme.
    Según esto que explicas conocerme hacia adentro no necesita de historia ni referencias propias, entonces podríamos afirmar que es ¿intuitivo? La capacidad de asumir una visión holista es todo un desafío y es por ello mi señalamiento de pensar sintiendo, reconociéndome como una parte del todo y que al mismo tiempo ese todo forma parte de mí.
    Addax, de nuevo gracias, aprecio de verdad tu tiempo. :-)

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  5. Más que holista ...hologramática. Reflexionando mejor sobre el asunto y desde la perspectiva del escrito ambos términos pueden relacionarse más no significan lo mismo. Puedo ser holista y no con ello estoy asumiendo esa actitud de comprensión hacia adentro. ¿Estoy equivocada?

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  6. ¡Gracias por la acogida en tu blog! Llegué acá desde un tweet de alguien a quien sigo en twitter y me aventuré a comentar, nomás =D.

    Supongamos que uno acepte la afirmación "debo conocerme a mí mismo". Podría ser adecuado, saludable, cuerdo, lógico, sensato. Adhiero al "Conócete a tí mismo" de Sócrates. No obstante, ¿procedería en el conocimiento de mí mismo como lo hago con el conocimiento de las cosas (una manzana, una computadora, una comida, etc.)? Por un lado, el mundo de lo concreto es el mundo de los sentidos, de la percepción. Por otro lado, el supuesto mundo psicológico, parecería ser, no tiene un surgimiento en la forma convencional en la que aparece lo concreto: más bien se parece a algo abstracto, no palpable. Si esto fuera evidente, ¿no sería acaso inadecuada la actitud aplicada hacia lo concreto también aplicada hacia lo no concreto? Uno supone que mi movimiento debería ser otro si quiero "conocerme a mí mismo". La percepción de lo interno y lo externo tiene la misma base, pero una mente humana se "acostumbra" a acceder a lo externo de una determinada manera, condicionándose a ella, y, luego de eso, tiende a ir con ese peso a lo interno. Hago la salvedad de que no existe 'lo externo' y 'lo interno' (existe más bien el punto de vista que hace tal distinción) y que sólo expreso esto con fines a lo que se desea comentar.

    Digamos, conocerse a sí mismo sería otra construcción más. A algunos esta idea les puede cooperar algo. Si conocerse a sí mismo es la recolección de datos sobre uno mismo (en un papel, en la memoria, en donde sea), todo eso es el tránsito sobre un círculo limitado. Pues, ¿qué es el conocimiento? En la instancia más psicológica de la respuesta, el conocimiento es pensamiento que viene a través de la memoria (la memoria, obviamente, es acerca de lo viejo y NO sobre lo nuevo o desconocido), y el pensamiento es limitado, de la siguiente manera: si una persona está en frente al mar y piensa sobre el mar, desde qué base obtrendría más fiel "información", ¿desde su pensar o desde su percepción del mar? Si uno quisiera comprender al mar, no iría a él a través de una idea (que es pensamiento) sino a través del mar mismo. Así tiene chances de ser también con eso llamado mente.

    Podría ser intuición, pero todavía no le pongamos nombre jejeje.

    La comprensión, al menos para quien escribe, viene (entre otras cuestiones) mediante "la quita de todo lo que no es esencial", no porque es una idea linda, romántica o le cayó simpática desde un gran filósofo, nop, sino porque uno mismo lo descubrió.

    Gracias. Desde Tucumán! =)

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  7. Me alegra que te hayas aventurado en mi blog y todo lo contrario, soy yo la que agradece tu disposición a compartir tan interesante información.
    Siempre es un reto responder a la pregunta ¿quién soy? y puedo decirte que el viaje interno es el más desafiante. Galileo tiene una cita bien ilustrativa sobre este particular "conocerse a sí mismo es el mayor saber", entonces, desde todo lo que planteas en tu último comentario el asunto no es tan sencillo como decir "ya me conozco". No sería absurdo concluir que este proceso de aprendizaje me llevará toda la vida y que en principio como señalé en mi escrito, es importante estar en paz con mis orígenes porque en definitiva allí comenzó todo.
    Addax, nuevamente gracias. Maravillosa conversa, me servirá de mucho en las ideas que estoy conformando para la segunda entrega sobre el tema.
    A la orden desde Maracay

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